
Durante el texto se presencian comentarios como el de Carmen Baullosa quien dice:"el título tiene que ser un espejo diminuto de lo que es el libro",también, hay comentarios tan particulares como el de Eduardo Berti,con el que me siento identificada por la comparación tan peculiar que hace, pues éste al estar hablando de la importancia de el título en un libro, hace énfasis en que ponerle nombre a un texto es casi tan importante como ponerle nombre a un hijo, aclarando que el nombre de el hijo no es lo primero que se ve.
Así es pues, como en este artículo publicado en El País de España se observa claramente que el título es algo primordial de el libro, pues éste se puede encontrar al principio y que funcione como una guía,se puede encontrar en el transcurso de el libro como una frase escuchada u ocurrencias de los amigos, y se puede encontrar igualmente al final como una calamidad,es decir, el título es el alma de los libros.
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