
Nena Daconte, quien tenía dos meses de embarazo y era solo una niña, llegó junto a su esposo Billy Sánchez a el aeropuerto donde el Embajador amigo de la familia Daconte, los recibió con un ramo de rosas con la cuales Nena se pincho un dedo, no dándole importancia a su herida que cada vez sangraba más, se subió a el Bentley plateado de Billy Sánchez el cual había sido su regalo de bodas y del cual nadie lo lograría bajar.
Al culminar el almuerzo donde el Embajador, emprendieron su viaje por Francia y tenían como objetivo principal llegar a París donde se hospedarían en un lujoso hotel.
En el transcurso de el viaje, el dedo de Nena no paraba de sangrar, Billy ya llevaba 11 horas al volante. Buscaron farmacias cerca, pero solo encontraron una en un pueblo remoto en donde compraron una banda, la que no sirvió mucho pues la sangre la traspasó con facilidad. Al llegar a París Nena fue internada en un hospital, mientras Billy Sánchez desesperado en su soledad caminaba por las calles de esta ciudad y trataba de hablar un idioma del que no entendía nada en absoluto. Finalmente y después de unos días, Billy regresó al hospital, en donde recibió la noticia de que su esposa había fallecido desangrada.
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